AGENCIA PRESS NOTICIAS.- La Covid-19 ha traído al mundo una crisis económica para la que no estábamos preparados. El cierre de fronteras y la cuarentena obligatoria, que restringe la capacidad de movimiento dentro de las ciudades y de los países, han resultado ser un problema para ejecutivos y trabajadores extranjeros.

Asimismo, la incertidumbre en la disponibilidad de los ejecutivos contratados, debido a que muchos se encuentran en otras ciudades sin tener la certeza de cuándo podrán regresar a sus funciones físicamente, se ha convertido en un riesgo para las empresas, dando pase a la necesidad de “nacionalizar” los puestos clave en distintas industrias como minería, agricultura, pesca, manufactura, tecnología, etc.

“Es normal que a los ejecutivos de altos rangos y extranjeros se les elabore un plan especial definido con beneficios específicos. Sin embargo, la crisis ha impedido que muchos de ellos vuelvan al país después de sus vacaciones o que dejen el país para estar con sus seres queridos. Esta problemática les ha permitido a las empresas valorar la contratación local para vacantes que antes habrían sido tomadas por ejecutivos foráneos”, asegura Federico Cuneo, Director de Amrop Global.

Las empresas peruanas, además de verse obligadas a evaluar los costos que implica tener ejecutivos extranjeros en sus filas, deben enfrentar un gran reto: ubicar reemplazos locales que exigen una búsqueda de perfiles profesionales específicos que no siempre se pueden encontrar o que, en caso de existir, implican remuneraciones más altas para atraerlos.

“La evaluación de las planillas es una pieza clave en esta nueva etapa, dando pie incluso a la posibilidad de la contratación de Interim Managers, que les permitirán a las empresas ganar un poco más de tiempo hasta encontrar al ejecutivo que cumpla con el perfil que buscan”, comenta Cuneo.

Esta realidad pone en jaque a los ejecutivos extranjeros -quienes deberán tomar la decisión de dejar el puesto o volverse locales para permanecer en el cargo-, pero también abre una gran oportunidad para los nacionales que viven en el país y para aquellos que se encuentran fuera, quienes ahora tendrán ventanas nuevas de trabajo que les permitirá regresar con sus seres queridos.

“Otros ejecutivos, además, tendrán que afrontar un desafío: dejar el puesto porque la empresa quiere nacionalizar la posición o volverse local para permanecer en el cargo”, agrega el Director de Amrop Global.