AGENCIAPRESS NOTICIAS.- Lima, junio de 2020.- Estamos viviendo los últimos días de cuarentena en nuestro país y entre las cosas que nos deja el distanciamiento social, está el incremento del tiempo que pasamos frente a las pantallas. Ya sea por trabajo, por estudios o por ocio seguimos batiendo récords de uso de computadoras, tablets y celulares, y nuestros hijos no son ajenos a esta realidad. Este cambio de hábitos nos trae también alguna preocupación sobre el perjuicio que esta sobre exposición puede tener en su salud física o mental a corto o mediano plazo.
¿Qué podemos hacer al respecto? Lo primero es reconocer que todo lo que hacemos en la vida, tiene consecuencias. Que estas sean poco visibles no las hace desaparecer. Lo que hagamos o dejemos de hacer repercute en nosotros. Sobre este tema en particular es claramente un gran reto para los padres organizarnos en casa para que el uso de las pantallas sea regulado y beneficioso.
Freddy Chávez, director regional de Innova Schools, nos da algunos consejos para alcanzar este objetivo y mejorar la dinámica familiar.
Retomar espacios de ejercicio físico: es la primera recomendación, animarse a realizar ejercicios de respiración y un poco de movimiento. El ejercicio diario viene muy bien. Incluirlo en nuestra rutina nos ayudará a encontrar el balance frente a las horas que pasamos sentados.
Fomente y cree momentos de interacción con los hijos: Todos sabemos que es muy tentador, por lo fácil, encargar a los hijos a una pantalla o al internet; pero también sabemos que lo fácil no es siempre lo mejor. Por eso, vale la pena preparar juntos un postre, jugar en familia o simplemente conversar.
Recuerden, la internet, las redes sociales o los juegos no son malos: pero todo puede adquirir un carácter negativo si es lo único que hacemos. Lo importante es el balance y la prudencia. ¿Le puedo dedicar 10 minutos diarios a leer y cuatro horas a navegar sin rumbo en la computadora? ¿Es bueno que «converse» todo el domingo con mis contactos de las redes y apenas salude a mis padres?
El impacto en nuestra salud física: Es cierto que hay efectos nocivos en la vista o la columna vertebral por pasar horas en estas actividades; pero más peligroso que los daños físicos es el daño de adquirir hábitos malos, que afecten un desarrollo armónico de la persona. Y es cuestión de sentido común.
La perspectiva del tiempo: Si le preguntamos a nuestro hijo apasionado del futbol si un partido dura mucho, probablemente nos responda que 90 minutos es poco y si en cambio le pido que lea un libro media hora, pensará que es mucho. Esto tiene que ver con el disfrute. Es bueno limitarlo y quedarse un poco con las ganas, que pasar horas y horas hasta que llegue el aburrimiento.
Evitemos el No contundente: Es mejor también orientar a los hijos antes que imponer, conversar sobre los pros y contras para llegar acuerdos sin descartar a veces un NO firme y contundente hace mucha falta.