La inteligencia artificial (IA) está transformando rápidamente el panorama laboral a nivel global. Bill Gates, cofundador de Microsoft, ha compartido su visión sobre el impacto que esta tecnología tendrá en nuestras rutinas profesionales. Según él, la IA está evolucionando a tal velocidad que pronto los seres humanos no serán necesarios para ejecutar la mayoría de tareas cotidianas, lo que obligará a repensar la estructura del empleo tradicional.
“Según estimaciones recientes, cerca del 40% de los puestos laborales actuales podrían verse automatizados en las próximas dos décadas, y en sectores tecnológicos esta cifra podría superar el 60%”, señala Patricia Paulet, subdirectora de las facultades de Ingeniería y Tecnología de IDAT.
Gates anticipa que en el futuro cercano, las personas podrán trabajar tan solo dos o tres días a la semana, gracias a que la IA asumirá gran parte de las responsabilidades operativas. El filántropo estadounidense afirmó que la automatización será clave para liberar tiempo, reducir la carga laboral y mejorar la calidad de vida de millones de trabajadores.
La eficiencia de la IA en el trabajo
Gates ha sostenido que la IA redefinirá la noción de empleo. A su juicio, en los próximos diez años esta tecnología no solo asumirá tareas repetitivas, sino que también brindará servicios avanzados como asesoría médica y educativa de primer nivel, especialmente en contextos donde hoy el acceso es limitado.
La IA también promete revolucionar el sector salud. En su pódcast ‘Unconfuse Me with Bill Gates’, el empresario aseguró que los algoritmos inteligentes tendrán la capacidad de realizar diagnósticos médicos precisos, lo que representará un gran avance para las comunidades rurales o aquellas con baja densidad médica. Si bien reconoció que ciertas funciones del personal médico serán insustituibles, insistió en que el uso de IA facilitará un mayor alcance y eficiencia del sistema sanitario.
“Desde IDAT estimamos que, en los próximos cinco años, más del 50% de las consultas básicas en centros de salud públicos podrán apoyarse en tecnologías de IA para acelerar la atención y reducir los tiempos de espera”, añade Paulet.
No solo la medicina se verá impactada. Profesiones vinculadas a la redacción de contenidos, la contabilidad, la administración y el periodismo enfrentan una alta probabilidad de automatización. Informes internacionales advierten que tareas como la corrección de textos, la gestión de encuestas o la organización de agendas pueden ser ejecutadas de manera más eficiente por asistentes virtuales.
“La clave estará en formar a los estudiantes en áreas donde la inteligencia artificial es un complemento y no un sustituto. Carreras como la ingeniería de software, la ciberseguridad o la ciencia de datos seguirán siendo demandadas porque permiten diseñar y supervisar estos sistemas inteligentes”, indica Paulet.