El presidente de Estados Unidos, Donald J. Trump, firmó hoy una proclama presidencial que establece restricciones migratorias totales o parciales para ciudadanos de 19 países, con el objetivo de reforzar la seguridad nacional y prevenir posibles amenazas terroristas.
La medida se enmarca en la orden ejecutiva 14161, firmada el 20 de enero de 2025, que instruyó a agencias de seguridad nacional a realizar una evaluación exhaustiva sobre los riesgos asociados al ingreso de personas provenientes de distintos países. Dicha orden se ampara en el artículo 212(f) de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, cuya aplicación fue confirmada por el Tribunal Supremo en el caso Trump contra Hawái.
Según el Gobierno estadounidense, la restricción total de ingreso aplica para nacionales de 12 países: Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen. Estos países, de acuerdo con el informe oficial, presentan deficiencias en sus sistemas de verificación de identidad, una cooperación limitada con las autoridades estadounidenses o una elevada presencia de organizaciones terroristas.
Además, se aplicarán restricciones parciales a ciudadanos de otros siete países: Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. Las limitaciones afectan principalmente a ciertos tipos de visados, como los de turismo, negocios y estudios, y están justificadas en altas tasas de permanencia irregular o falta de colaboración en la repatriación de nacionales.
El Ejecutivo precisó que la proclama incluye excepciones, entre ellas los residentes permanentes legales, personas con visados ya aprobados, ciertos tipos de visas específicas y casos que se consideren de interés nacional para Estados Unidos.
“El deber sagrado del Presidente es garantizar la seguridad del pueblo estadounidense”, señala el comunicado oficial difundido por la Casa Blanca. En esa línea, la administración Trump sostiene que las restricciones buscan también incentivar la cooperación internacional en el control migratorio y avanzar en políticas de lucha contra el terrorismo.
Durante su anuncio, el presidente Trump afirmó: “Restableceremos la prohibición de viajar confirmada por el Tribunal Supremo (…) y mantendremos fuera de nuestro país a los terroristas islámicos radicales”. La actual proclama actualiza y amplía la política aplicada durante su primer mandato, manteniendo la premisa de imponer controles más estrictos a países considerados de alto riesgo.
Los criterios para la inclusión de estos países incluyen, entre otros, la falta de autoridades confiables para emitir documentos oficiales, la negativa a aceptar la repatriación de nacionales deportados, la existencia de conflictos internos que dificultan la gobernabilidad y el uso de sus territorios como refugio por grupos extremistas.
La medida ha sido recibida con diversas reacciones en el ámbito político y de derechos humanos, aunque hasta el momento el Gobierno no ha anunciado detalles sobre su aplicación inmediata ni posibles actualizaciones futuras.