AGENCIAPRESS NOTICIAS. – Pixy es un pequeño dron que solo pesa 101 gramos. Cabe en el bolsillo e incluso se puede llevar colgado al cuello, o como un bolso. Pero no tiene mando de control, así que vuela solo y su única función es grabar vídeo o hacer fotos de su dueño.
Pixy destaca por su llamativo color amarillo, y parece estar fabricado con plástico, lo que le da un aspecto de juguete.
Su característica más novedosa es su funcionamiento autónomo. Tiene una rueda en la parte superior que permite fijar seis planes de vuelo diferentes. Puede seguirte, volar alrededor tuyo, grabar selfies o panorámicas, etc.
Este vuelo predeterminado se puede alterar, gracias al control por gestos. Haciendo ciertos gestos con la mano puedes decirle que se acerque, que se mueva de cierta forma, o que te siga. Si extiendes la palma de la mano vuelve a tí, se posa en ella, y se apaga.
Se conecta al móvil a través de Bluetooth o WiFi, y envía los vídeos a los Recuerdos de Snapchat para que puedas editarlos al instante, añadir efectos, o lo que quieras. Y desde ahí subirlo a la red social, por supuesto, que es el objetivo final del cacharrito.
Es un tecnología bastante espectacular, que por desgracia está lastrada por algunas limitaciones técnicas. Principalmente, la batería.
Posee una cámara de 12 MP que puede hacer fotos a 4.000 x 3.000 píxeles y grabar vídeo a resolución 2.7K y 30 fps. Pero ojo, no graba sonido. La app para editar ofrece diferentes músicas y efectos de audio, para ocultar esta importante limitación.
Dispone de 16 GB de almacenamiento, así que puede almacenar hasta 100 vídeos, o 1.000 fotos.
Hasta aquí el hardware es bastante aceptable, pero tiene el lastre de la batería. Solo aguanta entre 5 y 8 vuelos de unos 30 segundos de duración.
A cambio se recarga rápido, al 80% en unos 20 minutos, y las baterías intercambiables son baratas, sobre los 20 euros.
Snap reconoce que Pixy no intenta competir con los drones convencionales, que tienen cámaras más avanzadas y más autonomía. Está pensado para grabar vídeos cortos de momentos especiales, y crear vídeos diferentes a los estáticos que estamos acostumbrados a ver.
De momento Pixy solo se ha puesto a la venta en Estados Unidos y Francia, a un precio de 229.99 dólares.